El ministerio alemán de Exteriores confirmó ayer el secuestro en Kabul de una ciudadana alemana, colaboradora de una organización humanitaria, aunque sin ofrecer ningún tipo de detalles.
«Debemos partir del supuesto de un secuestro», se limitó a comentar lacónicamente una portavoz ministerial, quien explicó que el gabinete de crisis se encuentra ya trabajando y trata de buscar una solución al caso en colaboración con las autoridades de Afganistán.
Anteriormente, la «Organización Humanitaria Ora International», de confesión cristiana y con sede en la localidad alemana de Korbach, había confirmado también el secuestro en Kabul de una de sus colaboradoras por hombres armados cuando se encontraba almorzando en un local de la ciudad.
Un portavoz de la organización humanitaria confirmó que la secuestrada procede del sur de Alemania, aunque no quiso dar mas datos sobre su identidad.
Fuentes alemanas desde Kabul señalaron que la mujer fue capturada por cuatro hombres armados cuando se encontraba comiendo en un sencillo local en compañía de un amigo.
Los secuestradores se la llevaron por la fuerza a bordo de un vehículo, mientras dejaron en libertad a su acompañante, que acudió inmediatamente a las autoridades.
Por otra parte, al menos quince personas han muerto y otras 26 resultaron heridas ayer en un ataque suicida con coche bomba perpetrado al paso de un convoy de seguridad privada, propiedad de una compañía estadounidense, en el sur de Afganistán, informaron fuentes policiales.
La explosión, en la que fallecieron cuatro guardias y once civiles, se produjo en el oeste de la ciudad de Kandahar y también causó heridas a otras veintiséis personas.