La ONG Amnistía Internacional ha contactado directamente con los talibán para pedir la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes afganos y extranjeros, haciendo especial hincapié en el caso de los surcoreanos, tras la reciente ola de secuestros en el país y la ejecución de varios rehenes.
«La toma de rehenes es una violación flagrante del derecho internacional humanitario. No hay excepciones a esta norma ni justificaciones para romperla. La toma de rehenes y la ejecución de rehenes son crímenes de guerra y sus autores deben ser llevados ante la justicia», previno la secretaria general de AI, Irene Khan, en un comunicado. La organización contactó el miércoles con el presunto portavoz de los talibán, Qari Yusef Ahmadi, que les dijo que están intentando «resolver» el caso de los surcoreanos «aceptablemente», pero no accedió a protegerles ni a liberarles de forma inmediata como requiere el derecho internacional.
Asimismo, el portavoz talibán dijo que éstos están «intentando no entrar en confrontación con el derecho internacional humanitario y no actuar en contra de los Derechos Humanos, cuando es acorde con la Sharia», la ley islámica.
En este sentido, explica el comunicado, la ONG recordó que ningún sistema legal está por encima del derecho internacional.
Por otra parte, el Gobierno de Seúl expresó ayer su esperanza ante la posibilidad de que la inminente cumbre entre el presidente afgano, Hamid Karzai, y su homólogo estadounidense, George W. Bush, contribuya de algún modo a los esfuerzos destinados a la liberación de los 21 rehenes surcoreanos que se encuentran en manos de las milicias talibán desde el pasado 19 de julio.
Mientras, las fuerzas de la coalición dirigidas por Estados Unidos han lanzado un ataque aéreo contra dos comandantes talibán en el sur del país, en la provincia de Helmand que se ha saldado con decenas de milicianos y civiles muertos en la operación, según fuentes locales. Se espera que el presidente afgano realice especial hincapié en este tema durante la visita que iniciará mañana a Estados Unidos, mientras el Gobierno surcoreano ha solicitado tanto a Washington como a Kabul que den muestras de «flexibilidad» a la hora de manejar la crisis, dado que entre las exigencias de los talibán se incluye la liberación de una lista de 21 presos, algunos de los cuales están en poder del Ejército estadounidense. Por ello, Seúl entiende que «los Gobiernos estadounidense y afgano tienen cierta responsabilidad en este asunto» y espera que «el encuentro entre Bush y Karzai demuestre comprensión» hacia la postura surcoreana, según el portavoz presidencial de Seúl, Cheon Ho Dun.