Nuevo revés para la posibilidad de un Irak estable. El Frente para el Acuerdo Iraquí, el principal bloque suní en el Parlamento, anunció ayer su salida del Gobierno de coalición tras acusar al primer ministro, Nuri al Maliki, de no cumplir con sus exigencias. Y coincidiendo con este anuncio, que supone un duro golpe a las escasas esperanzas de reconciliación entre suníes y chiíes, Bagdad vivió una nueva jornada sangrienta en la que al menos 70 personas perdieron la vida en tres atentados perpetrados con coches bomba. El ataque más grave tuvo lugar en el barrio de Mansour, de mayoría suní donde la explosión de un camión cisterna que transportaba gasolina mató a medio centenar de personas y dejó decenas de heridos.
«El Frente para el Acuerdo Iraquí anuncia su salida del Gobierno de Nuri al Maliki», anunció uno de los líderes del bloque suní Rafaa al Issawi que señaló que esta decisión llega después de que Al Maliki a no haya dado respuesta a las exigencias que hace una semana le presentó el Frente para el Acuerdo Iraquí. Por tanto, y después de cumplirse el plazo de siete días otorgado a Maliki, la intención de los seis ministros afines al bloque de presentar esta tarde sus actas de dimisión ante la «arrogancia» del Gobierno que «cierra de un portazo la puerta a cualquier reforma significativa necesaria para salvar Irak».