Rusia aplazó hasta «un futuro próximo» la que dijo iba a ser «pronta» respuesta al Reino Unido por la expulsión de sus cuatro diplomáticos y exigió a la Unión Europea(UE) que no se entrometa en esta crisis bilateral.
Además acusó a Londres de optar por la «confrontación» e insinuó que Rusia podría echar a 80 presuntos espías de la embajada británica en Moscú.
El viceministro de Exteriores, Alexandr Grushko advirtió hoy de que «la embajada británica en Rusia perdería a 80 de sus diplomáticos si Moscú emprendiera el mismo camino que Londres», al anunciar la inminente reacción del Kremlin a las «sanciones» del Reino Unido.
La crisis de los espías entre ambos países se originó por la negativa de Moscú a extraditar a Andréi Lugovói, principal inculpado del asesinato en Londres del ex espía Alexandr Litvinenko.
Grushkó precisó que la respuesta rusa se producirá «en un futuro próximo» y «será selectiva y adecuada», y denunció que «las sanciones, incluida la expulsión de diplomáticos rusos por Londres, no son una invitación a cooperar sino una vía directa a la confrontación».
El funcionario matizó que Moscú procurará no perjudicar los intereses de turistas, estudiantes, empresarios y científicos, en alusión a la posibilidad de imponer determinadas restricciones de visados similares a las anunciadas por Londres.
Añadió que Rusia confía en que la Unión Europea no ceda a los intentos de Londres de «convertir las relaciones entre Moscú y la UE en un instrumento para conseguir objetivos políticos unilaterales».