El líder de los radicales atrincherados en la Mezquita Roja de Islamabad, el clérigo Rasheed Ghazi, fue abatido en el interior del templo tras 16 horas de asalto militar que no logró acabar con la resistencia armada.
El ministro paquistaní del Interior, Aftab Sherpao, confirmó la muerte de Ghazi, al que dijo que fuerzas especiales del Ejército hallaron herido de bala en la pierna derecha en un búnker de la madrasa femenina de la mezquita, y aún le dieron una última oportunidad para que se rindiera.
Según la versión de Sherpao, Ghazi aceptó pero terminó siendo abatido en el fuego cruzado entre las tropas paquistaníes y los radicales islámicos que querían impedir su rendición, quienes también fueron eliminados dentro del búnker.
La muerte del líder religioso no detuvo la resistencia de los integristas, que continuó en el recinto de la Jamia Hafsa, la escuela de niñas contigua a la madrasa. La operación, que requirió soldados de refresco ante la enconada batalla planteada por los radicales islámicos, comenzó de madrugada tras fracasar un último intento de negociación con Ghazi.