EFE-MOSCÚ
Una comisión parlamentaria exculpó ayer de toda responsabilidad a las autoridades rusas por la matanza en la escuela noroseta de Beslán, que costó la vida a 331 personas, la mitad de ellas niños.
Tras consultar a muchos expertos y testigos se concluyó oficialmente que «la causa de las explosiones fue obra de los terroristas» que secuestraron la escuela el 1 de septiembre de 2004, aseguró el jefe de la comisión, Alexandr Torshin, quien también es vicepresidente del Consejo de la Federación Rusa (Senado).
En una intervención extraordinaria ante la cámara alta del Parlamento ruso, Torshin subrayó que «uno de los secuestradores, actuando de acuerdo al plan preliminar, activó el explosivo casero colocado en el gimnasio» de la escuela de Beslán.Torshin recordó que este episodio «es utilizado por aquellos que quieren culpar a las autoridades federales del asalto de la escuela y le atribuyen la responsabilidad por la explosión«.
«De hecho, no hubo asalto. La tarea de las fuerzas de seguridad era sacar a la gente de la escuela. No hubo preparativo alguno para el asalto, aunque, por supuesto, se había estudiado un esquema de acción militar», dijo.
Los familiares de las víctimas, algunas de las cuales acusan a las autoridades de «crimen de Estado», consideran que las fuerzas de seguridad son las responsables de la matanza por apostar desde el principio por la fuerza como única solución.
En respuesta a la pregunta de un senador, el jefe de la comisión parlamentaria señaló que el mando operativo entabló negociaciones con los terroristas, pero «los negociadores de la otra parte no daban la talla».
«Muchos terroristas estaban colgados de la jeringuilla y buscaban la muerte. Las oportunidades que tenían los rehenes eran mínimas, pero de todas formas se consiguió salvar la vida de 810 personas», subrayó.
Torshin recalcó que, al contrario de lo que denuncian los familiares, las fuerzas de seguridad no disponían de información sobre un posible atentado terrorista en Beslán, localidad situada en la república caucásica de Osetia del Norte.
La comisión responsabilizó directamente de la matanza al comandante de la guerrilla chechena, Shamil Basáyev, que reivindicó el secuestro, y también al que fuera presidente de la Chechenia independiente Aslán Masjádov, ambos abatidos posteriormente por las fuerzas rusas.