CLAUDIA RIQUELME-CHILE
La última declaración pública del ex dictador Augusto Pinochet fue dada a conocer el pasado 25 de noviembre, con motivo de su 91 cumpleaños. En una carta leída a la prensa por su esposa, Lucía Hiriart, el anciano militar dijo estar «en el fin de sus días» y reconoció que asumía su «responsabilidad política» por lo ocurrido tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, pero no pidió perdón a las miles de víctimas de los violaciones a los derechos humanos que causó su régimen de 17 años.
«Asumo la responsabilidad política de todo lo obrado en la conducción de aquello que no tuvo otro norte que engrandecer a Chile y evitar su desintegración. No guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo», dijo Pinochet en la carta.
«Hoy y cerca del final de mis días, quiero manifestar que no guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo», señaló la misiva.
«Todos los vejámenes, persecuciones e injusticias que me afectan a mí y a mi familia los ofrezco gustosos en aras de la armonía y la paz que debe reinar entre los chilenos», dijo Pinochet al referirse a los cientos de militares que, encabezados por él mismo, han tenido que responder ante la justicia por los crímenes cometidos.