EUROPA PRESS-NUEVA YORK
Cerca de 655.000 personas han muerto desde marzo de 2003 como consecuencia de la guerra en Irak, según revela un estudio estadounidense publicado ayer por la edición digital de la revista médica británica 'The Lancet', una cifra que supera en tres veces la mortalidad que había en el país antes del conflicto. Por su parte, el secretario general adjunto de Derechos Humanos de la ONU, Jan Egeland, denunció ayer que la violencia sectaria que se vive en Irak se queda sin investigar e informó de que cada día mueren cien personas en el país en incidentes armados.
«Las muertes que se dan ahora en Irak son tres veces superiores a las tasas (de defunción) anteriores a la invasión de marzo de 2003», subrayó el doctor y principal autor del estudio, Gilbert Burnham, cifras que además son muy superiores a las que hace un año ofreció el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que situó en 30.000 los iraquíes muertos frente a las 2.737 bajas en el Ejército estadounidense.
Por otra parte, la organización privada 'Iraqi Body Count' estima entre 44.000 y 49.000 las víctimas civiles iraquíes, más acordes con las cifras que barajaba la Administración estadounidense.
En el nuevo estudio, Gilbert Burnham, que atribuye el 31 por ciento de las muertes violentas a las fuerzas de la coalición, intentó calcular cuántos iraquíes han muerto desde marzo de 2003 en comparación con los que hubieran perdido la vida si la guerra no se hubiera producido. Concluye, después de entrevistar 1.849 hogares iraquíes, que más de 600.000 personas murieron víctimas de la violencia, fundamentalmente por armas de fuego.
Los investigadores también se percataron de un ligero aumento de muertes por otras causas, como los cánceres o las enfermedades coronarias.