AGENCIAS-WASHINGTON
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció ayer por primera vez que la CIA tiene cárceles secretas en distintos lugares del mundo, en las que los servicios secretos han interrogado a importantes sospechosos de terrorismo, pero no quiso revelar en qué países se encuentran, porque estos centros son «vitales para la seguridad de Estados Unidos y sus aliados».
Bush aseguró, en un discurso pronunciado en la Casa Blanca, que el «pequeño número» de detenidos en esas instalaciones incluye a responsables de la planificación de los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva York, y responsables de otros atentados, tales como el ataque contra el buque de guerra 'USS Cole' en el año 2000 en aguas de Yemen, y los atentados contra las Embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania, en 1998.
En concreto, Bush anunció que en el programa de la CIA incluye a terroristas como Jalid Sheik Mohamed, el que se cree que era el número 3 de Al Qaeda antes de que fuera capturado en Pakistán en 2003; Ramzi Binalshibh, que presuntamente participó en uno de los secuestros del 11-S; Abu Zubaydah, presunto vínculo entre Osama bin Laden y muchas células de Al Qaeda, capturado en Pakistán en 2002; y Riduan Isamuddin, también conocido como 'Hambali', presunto enlace entre la Jemaa Islamiyah y Al Qaeda, y cerebro de ataques en Indonesia.
«La fuente más importante de información sobre dónde se esconden los terroristas y lo que planean son los propios terroristas», aseguró Bush.
Según el presidente, «fue necesario trasladar a esos terroristas a un ambiente en el que pudieran ser mantenidos en secreto, interrogados por expertos y, cuando fuese apropiado, perseguidos por sus actos terroristas».
Ante los aplausos de los congregados, Bush defendió con vehemencia el programa secreto, y aseguró que la información que se ha obtenido a través de estos interrogatorios especiales ha servido para impedir ataques contra objetivos en Estados Unidos, Europa y otros países. Además, explicó cómo se desmanteló un plan de Al Qaeda para atentar con ántrax.
Hasta ayer, el Gobierno estadounidense no había reconocido oficialmente la existencia de las cárceles secretas de la CIA, de las que se supo el año pasado por un artículo publicado en el diario «The Washington Post».Por otro lado, Bush confirmó también el traslado de los 14 sospechosos de terrorismo en esas cárceles secretas a la base de Guantánamo (Cuba).
Añadió que tan pronto como el Congreso autorice las comisiones militares que él propone para realizar juicios contra esos presuntos terroristas, los detenidos podrán «hacer frente a la Justicia».