El Consejo de Ministros aprobó ayer solicitar la autorización parlamentaria para el envío al Líbano de hasta 1.100 militares en el marco de la Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL). En una primera fase se desplegará «un refuerzo inmediato» compuesto por un batallón de Infantería de Marina, hasta que el 1 de noviembre llegue a la región la Brigada Multinacional liderada por España y en la que participan Bélgica, Portugal, Finlandia y Polonia.
La vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que informó de la decisión, prefirió dejar «los detalles de la operación» -entre ellos el número exacto de efectivos previstos y el mandato de control y respuesta a una actitud hostil en el marco de la misión de la ONU- al ministro de Defensa, José Antonio Alonso, que comparecerá en el Congreso de los Diputados el próximo día 7.
La vicepresidenta hizo hincapié en que el despliegue de tropas no supera el límite de 3.000 efectivos que, por un acuerdo anterior del Consejo de Ministros, España puede mantener en operaciones en el exterior, y se realizarán «pequeños ajustes ya previstos en el contingente de los Balcanes».
De la Vega explicó que el titular de Defensa expuso al Consejo de Ministros el informe sobre esta nueva misión, cuyo despliegue está previsto en dos fases en los próximos meses.En la primera, se enviará a modo de «refuerzo inmediato» de la FINUL -que compondrán entre 6.500 y 7.000 soldados de la UE- un batallón (de en torno a unos 500 efectivos) de la Infantería de Marina, que permanecerá en la zona hasta el 1 de noviembre.