OTR/PRESS-BEIRUT/MADRID
La frágil estabilidad diplomática en el Sur de Líbano sufrió en la madrugada de ayer uno de los más graves embates después de que el Ejército israelí protagonizara una incursión en Baalbek, unos 70 kilómetros al Noreste de Beirut y considerado como una de las fortalezas de Hezbola.
El primer ministro libanés, Fuad Saniora, no dudó en calificar de «violación flagrante» del alto el fuego la operación israelí y su ministro de Defensa, Elias Murr, amenazó con detener el despliegue de su Ejército al Sur de Líbano, como se acordó en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Por su parte, las autoridades militares israelíes advirtieron de que este tipo de incursiones continuarán para evitar el contrabando de armas en la frontera siria.
Helicópteros hebreos sobrevolaban el Noreste de Líbano antes de que aparecieran por el horizonte los primeros rayos del sol. Cuando las aeronaves llegaron a las afueras del poblado de Boudai -cerca de Baalbek y a tan sólo 20 kilómetros de la frontera Este con Siria- varios comandos israelíes tomaron posiciones en la zona y avanzaron hacia el conglomerado de viviendas. Según la televisión de Hezbola, guerrilleros chiíes interceptaron en ese momento a los soldados hebreos, que tuvieron que recibir el apoyo de sus helicópteros. Al amanecer, únicamente vendas empapadas en sangre y una bolsa de primeros auxilios abandonada daban fe de la escaramuza.Esta incursión, que se saldó con la vida de tres milicianos y un oficial hebreo -además de otros dos soldados heridossupone el primer ataque de Israel en territorio libanés al Norte del río Litani desde que el lunes entrara en vigor el alto el fuego. Desde que se hiciera efectiva la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, sólo se habían producido enfrentamientos con grupos de milicianos al Sur del país y motivados por, según el Ejército hebreo, la amenaza que suponían para sus tropas los guerrilleros chiíes. Según algunas fuentes castrenses libanesas, los aviones israelíes ya habían sobrevolado Baalbek días antes de esta incursión.
La reacción inmediata del primer ministro de Líbano fue la de denunciar, a través de un comunicado, la «flagrante violación del alto el fuego» cometida por Israel y anunció que trasladaría su malestar al secretario general de la ONU, Kofi Annan.