FRANCE PRESS/EFE-BEIRUT
Israel comenzó ayer a retirar lentamente sus fuerzas del sur del Líbano, tras la entrada ayer en vigor del alto el fuego establecido por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y preparó planes para entregar territorio al Ejército libanés, cuyos efectivos ya se despliegan al norte del río Litani, aunque volvieron a registrarse algunas escaramuzas con miembros de la milicia chií libanesa Hezbolá.
Sin embargo, se registraron algunos incidentes que muestran la fragilidad del alto el fuego. Soldados israelíes dispararon a cinco guerrilleros de Hezbolá en dos enfrentamientos distintos en el sur del Líbano, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel. No quedó claro si los guerrilleros murieron o resultaron heridos.
Además, militares israelíes informaron de que los milicianos lanzaron de madrugada al menos diez misiles Katyusha en el sur de Líbano, sin que ninguno cayera en Israel ni dejara heridos.
Mientras tanto, continúan las negociaciones para formar una fuerza multinacional de la ONU que se despliegue al sur de Líbano y ayude a las tropas libanesas a mantener la seguridad en la frontera. Por ello, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, cuyo país se ha ofrecido para liderar dicha fuerza, viajó al Líbano para hablar con las autoridades locales sobre los planes para aumentar el contingente desplegado por Naciones Unidas en la zona y sobre la distribución de ayudas entre la población desplazada por los combates.
Douste-Blazy aseguró que el objetivo de su viaje es hablar con las autoridades libanesas sobre las «condiciones para el despliegue de una reforzada UNIFIL (Estado Mayor de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano)» -que reabrirá puertos y aeropuertos- y para discutir sobre la mejor forma de llevar a cabo la distribución de ayuda humanitaria, especialmente entre los desplazados, según la nota oficial.