El Gobierno, el PSOE y el PP condenaron el ataque de Israel a la localidad libanesa de Qana, que ha ocasionado la muerte de más de 50 civiles, muchos de ellos niños, y pidieron la declaración de alto el fuego en la zona.
Populares y socialistas también coincidieron en destacar que la respuesta de Israel resulta «indiscriminada» y «desproporcionada». Sólo IU endureció el tono de sus análisis, ya que el coordinador general de esta formación, Gaspar Llamazares, pidió al Gobierno español, a la Unión Europea y a Naciones Unidas que «pasen de las palabras a las sanciones».
El Ejecutivo emitió un comunicado para condenar el ataque, en tanto que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro italiano, Romano Prodi, mantuvieron horas después una conversación telefónica.
En esta línea se expresó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien desde Cartagena de Indias (Colombia), una de las etapas del viaje que efectuará estos días por Sudamérica, pidió a la comunidad internacional que «redoble los esfuerzos» para lograr un alto el fuego definitivo y que todos los países se «sometan» por igual a las resoluciones internacionales.
Viaje de Moratinos
Además, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, como muestra de «solidaridad» con el pueblo y el Gobierno libaneses», visitará la zona el próximo miércoles.
La iniciativa se la comunicó el propio Moratinos al primer ministro del Líbano, Fuad Siniora, durante la conversación telefónica que mantuvieron a raíz del ataque del Ejército israelí.
Según informó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, en el transcurso de dicha conversación, Siniora pidió insistentemente al ministro español apoyo para lograr que cesen las hostilidades y se imponga un inmediato alto al fuego.
Los partidos políticos también reaccionaron al violento ataque israelí con una condena unánime.
El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, manifestó que el derecho del Estado israelí la «legítima defensa» no justifica la muerte de civiles inocentes en un bombardeo que tachó de «indiscriminado» y «desproporcionado».
Los mismos adjetivos empleó el portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, quien en nombre de su partido condenó esta respuesta de Israel.
Ambos solicitaron la inmediata declaración de alto el fuego en la zona y la creación de una fuerza de interposición que establezca la paz de acuerdo con la legalidad internacional, es decir, con las resoluciones 1.559 y 1.680 de la ONU, que obligan al desarme de las milicias libanesas y a respetar la soberanía del Líbano.