FRANCE PRESS-JERUSALÉN
Más de 50 civiles murieron ayer en el sur de Líbano como consecuencia de la ofensiva militar lanzada por Israel, la de mayor envergadura contra este país desde hacía décadas, en respuesta al ataque efectuado el martes por Hezbolá en la frontera con Israel, en el que murieron ocho soldados y fueron secuestrados otros dos.
Entre los objetivos atacados por la fuerza aérea israelí figuran puentes e infraestructuras civiles, incluido el aeropuerto internacional de Beirut -el único de uso civil en el país-, pero también bases militares del Ejército libanés.
Hezbolá respondió a los ataques lanzando decenas de cohetes «katiusha» contra el norte de Israel, terminando con la vida de dos civiles israelíes y llegando incluso a Haifa, la tercera ciudad más poblada del país y el principal puerto de mercancías israelí.
El día comenzó con un ataque del Ejército israelí contra las pistas del aeropuerto internacional de la capital libanesa. El bombardeo obligó al cierre de las instalaciones y dos aviones tuvieron que desviar su itinerario hacia el aeropuerto de Larnaca (Chipre), pero no se registró ninguna víctima. Ya por la noche, un helicóptero hebreo atacó nuevamente el aeropuerto internacional beirutí, incendiando los almacenes de combustible.Otros ataques diurnos de la fuerza aérea israelí alcanzaron al menos 40 objetivos a lo largo de todo Líbano, incluyendo puentes e infraestructuras en los ríos Litani y Wazzani, así como una sede de la cadena de televisión de Hezbolá, Al Manar TV.
Como respuesta a los ataques, los milicianos de Hezbolá lanzaron varios cohetes «katyusha» hacia la ciudad de Nahariya, provocando la muerte de una mujer israelí, de 40 años de edad y causando heridas a varias personas, entre ellas un hombre que posteriormente falleció. Asimismo, provocaron daños en una base de la fuerza aérea y alcanzaron un pequeño aeródromo civil.
Acto seguido, el Ejército israelí confirmó que había impuesto el bloqueo por mar y aire sobre Líbano con el fin de cortar las vías de suministro de Hezbolá. Asimismo, el ministro de Defensa, Amir Peretz, aseguró que no permitirá a la milicia chií recuperar sus posiciones en la frontera.
El Ejército hebreo explicó que la actual operación en Líbano, bautizada 'Operación Recompensa Justa', será «larga» y podría durar incluso algunos meses, «lo que tarde en destruirse la capacidad de Hezbolá para lanzar ataques contra territorio Israel».
Un alto oficial judío confirmó por la noche que el barrio de Dahiya, en Beirut, bastión de Hezbolá, fue atacado como respuesta «precisa» al lanzamiento de proyectiles contra la ciudad portuaria de Haifa, que no causaron heridos pero constituyeron una llamada de atención sobre la posibilidad de fuego de los guerrilleros, y que la localidad está a 50 kilómetros de la frontera entre ambos países.
Es la primera vez que cohetes lanzados desde territorio libanés llegan tan al interior de Israel, confirmando las palabras del líder espiritual de Hezbolá, el jeque Hasán Nasralá, quien dijo ayer que los israelíes «desconocían» la capacidad actual del armamento de su guerrilla.