Un 56% de los estadounidenses está a favor de ofrecer a los inmigrantes ilegales «algún tipo» de estatus legal, según una encuesta difundida ayer, cuando la reforma migratoria sigue provocando que miles de ellos salgan a las calles a manifestarse.
La encuesta elaborada por el Instituto Ipsos señala que dos tercios de los estadounidenses de entre 18 y 34 años apoyan la posibilidad de ofrecer ese estatus a los inmigrantes y que entre los que se declaran demócratas el apoyo es mayor.
A su vez, el sondeo indica que dos tercios de los estadounidenses creen que los inmigrantes ilegales cubren los puestos de trabajo que ellos mismos se niegan a hacer.
Este tema levanta ampollas en EEUU, tal y como demuestran los miles de inmigrantes que desde hace semanas salen a las calles para protestar por las nuevas leyes de inmigración que estudia el Congreso y reclamar que sean más justas con ellos.
Tanto los senadores demócratas como los republicanos han reconocido que este debate en la Cámara Alta es sólo el primer paso en el proceso de reforma del sistema migratorio estadounidense. La versión aprobada en la Cámara de Representantes pide la construcción de un muro en gran parte de la frontera con México; convierte en delincuentes a los indocumentados y sanciona a quienes les ayuden.
En cambio, el proyecto que debate el Senado abre la posibilidad de que, tras pagar una multa, los inmigrantes indocumentados consigan la residencia legal y, en última instancia, la nacionalidad estadounidense.