EFE-JERUSALEM
Tras las elecciones israelíes, y después de las palestinas de
enero, han quedado definidos los actores que deben tratar de
resolver el conflicto de Oriente Medio, aunque las posibilidades de
una solución negociada son aún escasas.
Los israelíes votaron el miércoles de forma masiva a favor de una retirada de parte de Cisjordania según el programa que le planteó el actual primer ministro en funciones Ehud Olmert, vencedor con 28 de los 120 escaños del Parlamento. Olmert, que iniciará las negociaciones el próximo domingo para formar una coalición de gobierno, contará con el apoyo de al menos 70 diputados para cualquier iniciativa de paz, aunque ya ha condicionado cualquier avance al cese del terrorismo. «No hay alternativa mejor que un acuerdo fundado en una negociación basada en el reconocimiento mutuo, la Hoja de Ruta, los acuerdos existentes y, por supuesto, el cese del terrorismo y el desarme de los grupos terroristas», dijo Olmert en su discurso de victoria.
Subrayó, no obstante, que si no se puede alcanzar un acuerdo, Israel tomará la iniciativa de fijar unilateralmente sus fronteras. El posible unilateralismo de Israel ya ha sido rechazado por el otro actor principal del conflicto después de las elecciones palestinas de enero, Ismail Haniye, primer ministro de la ANP desde ayer, en el que ha jurado su cargo ante el presidente Mahmud Abás.Haniye adelantó el miércoles que cualquier solución unilateral que no reconozca «el derecho legítimo de los palestinos a un estado independiente y a Jerusalén como capital» será rechazado por su gobierno. Olmert, así como sus futuros socios en la coalición, incluidos los Laboristas y Méretz, rechazan cualquier posibilidad de diálogo con los islamistas en tanto éstos no reconozcan a Israel y se pongan del lado de la legitimidad internacional mediante el abandono del terrorismo.
No obstante, la principal diferencia entre el líder de Kadima y sus futuros socios más pacifistas está en el papel del presidente palestino Abás. Mientras Olmert se niega a hacer cualquier separación entre el primer ministro y el presidente palestinos, Amir Péretz, líder del Laborismo, y Yosi Beilin, de Méretz, ven en él a un interlocutor legítimo.