Al menos 30 personas murieron y más de 80 resultaron heridas ayer en una serie de ataques perpetrados en distintas ciudades de Irak. En el más sangriento, al menos doce personas murieron y otras ocho resultaron heridas de gravedad después de que un suicida detonase su carga explosiva en un microbús en el barrio chií de Kademiya, en Bagdad.
En un atentado similar perpetrado en un restaurante en Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad, al menos seis personas murieron, entre ellas un policía, y otras 22 resultaron heridas. Por otra parte, cinco camioneros secuestrados el domingo fueron encontrados ayer muertos en la provincia de Salah El Din, a 70 kilómetros al norte de Bagdad. Los transportistas murieron por disparos en la cabeza después de haber sido secuestrados en la zona de Al Nibaí, donde otros cuatro chóferes murieron ayer supuestamente en el mismo ataque de insurgentes.
Al sur de la capital, tres soldados estadounidenses resultaron heridos al explotar una bomba contra su vehículo militar en la carretera entre las dos ciudades chiíes de Nayaf y Kerbala.
Por otro lado, los dos ciudadanos macedonios que fueron secuestrados el pasado jueves en Irak fueron liberados ayer. Ambos fueron raptados mientras viajaban en automóvil por la autopista en las proximidades del aeropuerto de Basora, a unos 400 kilómetros al sur de Bagdad, en territorio bajo control de las tropas británicas.