El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y la nieta del dictador Benito Mussolini, Alessandra Mussolini, que lidera el partido fascista Alternativa Social, cerraron ayer una alianza con vistas a las elecciones generales del 9 y 10 de abril.
En una conferencia de prensa conjunta, Berlusconi y la nieta del «Duce» anunciaron el acuerdo definitivo entre la coalición Casa de las Libertades, que agrupa a los partidos conservadores en el poder, y Alternativa Social, que concurrirá así al lado de los partidos del bloque gobernante en los próximos comicios.
El acuerdo se cerró tras unos días de tira y afloja entre Mussolini y Berlusconi, después de que el miércoles este último rechazara incluir a algunos candidatos de Alternativa Social al considerarlos «discutibles» por ser de extrema derecha.
Entre ellos se encontraban políticos como Gaetano Saya, quien en una entrevista con el periódico «Corriere della Sera» afirmó que los inmigrantes «son un peligro para la pureza de nuestra raza».Ante esta situación, Mussolini optó por retirar de la lista de su partido a los candidatos más controvertidos y anunciar que ni siquiera ella figuraría en ella. Durante la conferencia de prensa, en la que ninguno de los dos ocultó la cordialidad de sus relaciones, Berlusconi aseguró que la «legitimidad democrática de la lista de Alternativa Social está garantizada».
Por su parte, la nieta de Benito Mussolini afirmó que no ha renunciado a su ideología y se ha aliado con la coalición de centroderecha para posicionarse «contra la deriva comunista y 'zapaterista'», en alusión al apoyo de la izquierda italiana a la política del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Para la líder de Alternativa Social, los planteamientos de la oposición «minan la institución fundamental de la sociedad, que es la familia».