FRANCE PRESS/EFE
Al menos 27 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en un
atentado suicida perpetrado durante una numerosa procesión chií en
Hangu, en el noroeste de Pakistán y otras quince personas murieron
en los enfrentamientos entre chiíes y suníes en la provincia afgana
de Herat. Mientras tanto, el festejo de Ashura en Irak se
desarrolló sin incidentes y congregó en Kerbala a unos 20.000
musulmanes.
El atentado suicida en Pakistán dejó al menos 27 fallecidos y más de 50 heridos, después de que un kamikaze se inmolara entre la multitud que acudió a una procesión chií en Hangu y en los disturbios que se produjeron a continuación.
El Ejército tomó el control de la zona e impuso un toque de queda para impedir los actos de venganza por parte de los chiíes. Los ataques contra las procesiones durante rituales festivos son bastante frecuentes en el país. Hace dos años un atentado similar cuyo objetivo fue una procesión chií dejó 44 muertos. En aquella ocasión el ataque fue cometido por militantes suníes.
Por otro lado, Al menos quince personas murieron y medio centenar resultaron heridas a causa de unos graves enfrentamientos entre suníes y chiítas registrados en Herat (oeste de Afganistán), donde se encuentra la base de las tropas españolas. Fuentes policiales dijeron que los soldados de la OTAN desplazados en esa ciudad, entre ellos españoles e italianos, no intervinieron en los disturbios, ocurridos durante la festividad de Ashura.En Herat están desplazados unos 300 militares españoles, que no recibieron ninguna petición de las autoridades afganas para intervenir con el objetivo de detener los enfrentamientos, según señaló en Italia el ministro español de Defensa, José Bono.
También la ciudad iraquí de Kerbala conmemoró ayer, aunque sin incidentes, entre fuertes medidas de seguridad, el llamado 'duelo de Ashura', que conmemora el asesinato en el siglo VII de uno de los santos imanes más reverenciados en el Islam, el Imán Hussein, símbolo de martirio para esta facción religiosa.