Un atentado con dos coches bomba que explotaron de forma casi simultánea causó ayer la muerte de más de 16 personas y heridas a casi un centenar en Bagdad. Tras varios días de relativa calma en Irak, donde sólo se registraron incidentes menores, dos explosiones separadas por apenas un minuto volvieron a teñir de sangre las calles de Bagdad.
Según el ministerio de Interior, con datos proceden de los tres hospitales a los que fueron trasladados los afectados por las explosiones, el número definitivo de fallecidos ascendió a dieciséis y los heridos, de diversa consideración, son noventa. «El primer automóvil estalló cerca de un fila de vehículos que esperaban repostar en un gasolinera ubicada en el barrio Al Amin», en el sureste de Bagdad, explicó Salam Jatab, oficial de la policía bagdadí.
La fuente detalló que el segundo vehículo explotó menos de un minuto después «en un mercado popular de la misma zona» que se encuentra a menos de dos kilómetros del lugar del primer ataque. La explosión en la gasolinera causó la destrucción instantánea de un camión cisterna que descargaba combustible en ese momento, lo que causó el incendio de otros trece vehículos.