JESÚS FRISUELOS-LISBOA
El conservador Aníbal Cavaco Silva ganó las elecciones
presidenciales celebradas ayer en Portugal en la primera vuelta y
será nuevo jefe de Estado a partir del próximo 9 de marzo y para el
próximo lustro, será el primer presidente conservador de la
democracia portuguesa. Cavaco Silva, cuarto presidente elegido
democráticamente desde 1974, superó en la primera vuelta la barrera
de la mitad más uno de los votos e hizo buenos los pronósticos de
los sondeos realizados durante la campaña y los de las proyecciones
a pie de urna, difundidas segundos después del cierre de los
colegios electorales.
El que fuera primer ministro durante diez años y derrotado en su anterior intento, en 1996, por Jorge Sampaio, a quien ahora sucederá, cosechó un 50,8% de los votos emitidos válidos. En segundo lugar, el diputado y poeta socialista Manuel Alegre, repudiado por su partido, quedó ligeramente por encima del 20% del sufragio.
Por detrás de Alegre, el ex presidente Mario Soares, que aspiraba a un tercer mandato con respaldo del Partido Socialista, del que es líder histórico, se quedó por debajo del 14 por ciento. Fue precisamente Soares el primero en reconocer a Cavaco Silva como presidente electo, en felicitarle y desearle todo el éxito en su magistratura. Todos coincidenden que la división entre los socialistas les paso factura en estas elecciones.
A considerable distancia quedaron los otros tres candidatos situados a la izquierda: el comunista Jerónimo de Sousa, el radical Francisco Lousá y el abogado Antonio García Pereira, candidato de la extrema izquierda. Cientos de partidarios de Cavaco Silva se concentraron para festejar la victoria de su candidato en el Centro Cultural de Belém, a poco más de un kilómetro de la sede de la Presidencia, donde se había instalado su cuartel general y también uno de los principales polos de atracción para decenas de periodistas.
A ese cuartel general fueron llegando muchos correligionarios de Cavaco Silva con caras sonrientes y tratando de contener la euforia porque el centroderecha portugués había logrado la elección del primer jefe de Estado de esa ideología desde la Revolución de los Claveles, en 1974. Decenas de vecinos de Cavaco Silva se concentraron ante su domicilio particular, junto a las tapias del lisboeta cementerio de los Prazeres, poco después del cierre de las urnas, ondeando banderas y gritando frases de ánimos para el nuevo presidente.