Los negociadores de la Unión Europea pedirán a la Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que aborde el caso de la energía nuclear de Irán en una reunión el próximo 2 de febrero, según informó la oficina de Asuntos Exteriores británica tras haber celebrado una reunión en Londres con diplomáticos franceses, alemanes, chinos, rusos, estadounidenses y británicos.
Irán asegura que no será intimidado por la presión internacional y advierte que las sanciones pueden suponer el aumento de los precios del petróleo. Irán es el cuarto mayor país exportador de crudo.
Por otro lado, los diplomáticos de Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia y Estados Unidos adoptaron la postura común de que Teherán tiene que suspender plenamente sus actividades nucleares relacionadas con el proceso de enriquecimiento de uranio.
Las posturas de los negociadores son variadas. Así Estados Unidos se muestra partidario de remitir el caso al Consejo de Seguridad de la ONU. Así lo confirmó la secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice, que se mostró partidaria de realizar una votación cuanto antes para determinar si se enviará o no el asunto nuclear de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU. «Tenemos que demostrar que Irán no puede actuar con impunidad y dejar de lado las demandas de la comunidad internacional», aseguró.Rice no aclaró si Estados Unidos tiene suficientes votos para remitir el problema al Consejo de Seguridad o si se puede asegurar que en caso de que esto suceda se impondrían sanciones fuertes al país islámico. Lo que si confirmó fue su deseo de solucionar el problema de forma diplomática mejor que militar.
En este sentido, el respaldo de otros dos países con derecho a veto en el órgano de la ONU, China y Rusia, es incierto. Representantes de Francia, el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos se reunieron ayer en Londres con los de Rusia y China para tratar de persuadir a estos países de que adopten una línea más dura contra Irán.