La «guerra del gas» entre Moscú y Kiev afectó ayer los suministros destinados para Europa, aunque las partes discrepan sobre si es Rusia la que ha reducido el bombeo o Ucrania la que «roba» el carburante durante su tránsito hacia otros países.
La Comisión Europea sigue con atención la crisis entre Rusia y Ucrania por el precio del gas, que ayer llevó a la corporación estatal rusa Gazprom a cortar el suministro a Ucrania, y ha convocado al grupo de coordinación del gas el próximo miércoles para analizar la situación y sus posibles consecuencias.
La portavoz del Ejecutivo comunitario Miereille Thom dijo que la reunión convocada para el miércoles 4 de enero por el comisario de Energía, Andris Piebalgs, dará oportunidad a los 25 de conocer exactamente cuál es la situación y el efecto que puede tener para el suministro de gas a Europa.
La Comisión insiste en que, incluso aunque se interrumpa parte del suministro de gas a Europa (el 25 por ciento del gas que se consume en la UE procede de Rusia), no hay riesgo de desabastecimiento en el corto plazo, dadas las reservas existentes y el suministro proveniente de otras áreas.La compañía nacional ucraniana Naftogaz declaró que Rusia no sólo ha cortado los suministros en los dos gasoductos destinados para Ucrania, sino que, además, ha disminuido el suministro en los otros tres que conducen a Europa.
«Se han reducido los volúmenes de gas destinado para asegurar el tránsito a Europa. La reducción total es de 187 millones de metros cúbicos de gas al día», 67 millones más que la cantidad recortada a Ucrania que había anunciado Gazrpom, señaló Naftogaz en un comunicado citado por la agencia rusa Interfax.
«Estas acciones ponen en peligro los suministros de gas a Europa», señaló la empresa ucraniana, que había prometido cumplir estrictamente sus compromisos en materia de tránsito.
El portavoz de Gazprom, Serguéi Kupriyanov, replicó que es el Gobierno de Kiev el que, «según datos operativos, ha iniciado la extracción no autorizada de gas ruso destinado para consumidores europeos», y amenazó con llevar a Ucrania a los tribunales.