El ex dictador chileno Augusto Pinochet pasará las fiestas de fin de año bajo arresto domiciliario y con un nuevo desafuero para ser investigado por otro delito, ahora el de sus millonarias cuentas secretas, lo que ha agudizado más su ya complejo futuro judicial.
Hasta el último día hábil de 2005, los tribunales no cesaron de proporcionar reveses al militar, de 90 años, que lleva 37 jornadas en arresto domiciliario y está acorralado como nunca por causas judiciales de violaciones a los derechos humanos y delitos financieros.
Bajo el gobierno de Pinochet, entre 1973 y 1990, desaparecieron 3.000 personas y otras 28.000 fueron torturadas por aparatos represivos de la dictadura. «Desgraciadamente, vemos una persecución implacable en contra del general Pinochet de hechos que ocurrieron hace más 30 años», dijo ayer Pablo Rodríguez, jefe de la defensa del ex dictador tras sufrir dos derrotas judiciales ayer.
Muy temprano, la Corte de Apelaciones de Santiago -por 21 votos contra 3- despojó de su fuero como ex gobernante a Augusto Pinochet por el delito de «malversación de caudales públicos», en el marco de la investigación de sus millonarias cuentas secretas, que manejó en el extranjero por valor de al menos 27 millones de dólares.
Por cada caso en que se pretende investigar a Pinochet la justicia debe pronunciarse sobre el desafuero. «El contundente fallo demuestra que Pinochet cometió delitos de malversación de fondos públicos entre 1980 y el 2004. Esperemos que la Corte Suprema ratifique el fallo y lo investigue por este y otros delitos», dijo ayer Alfonso Insunza, abogado querellante.El juez al cargo de éste caso, Carlos Cerda, ya procesó a Pinochet por evasión tributaria y falsificación de documentos y pasaportes. Ahora, el magistrado podrá investigarlo por el uso de gastos reservados de una institución militar por un monto cercano a los 2 millones de dólares.