El ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy, pidió ayer a los prefectos (delegados del Gobierno) que expulsen a todos los extranjeros que hayan sido condenados en relación con los disturbios desencadenados el 27 de octubre pasado. «Unos 120 extranjeros, que no están todos en situación irregular, han sido condenados» por haber participado en esa ola de violencia urbana, precisó Sarkozy, en respuesta a una pregunta en la sesión de control al Gobierno del Senado.
El ministro indicó que ha solicitado que todos ellos «sean expulsados inmediatamente de nuestro territorio nacional, incluidos aquellos que tienen permiso de residencia». Según un recuento comunicado a mediodía por el Ministerio de Justicia, un total de 130 personas mayores de edad han sido condenadas hasta ahora por los disturbios a penas de cárcel firme.
Mientras, las reticencias a imponer el toque de queda en las zonas difíciles en Francia surgían ayer, día en que remitió el vandalismo «de forma sensible», según el Gobierno. Hasta ahora, sólo cinco de los 25 departamentos (provincias francesas) que están autorizados a hacer uso del toque de queda, en el marco del estado de emergencia decidido el martes, lo han hecho.
Se trata de Seine-Maritime, la Somme y Eure, de Loiret (centro), de los Alpes Marítimos (sureste), donde una veintena de localidades de la turística Costa Azul estuvieron bajo toque de queda nocturno desde ayer y hasta el próximo día 20. Sitios tan conocidos como Niza, Cannes, Grasse y Antibes están en esa lista de localidades en las que queda prohibida expresamente «la circulación y reunión» en vías y lugares públicos «de menores no acompañados por un adulto que tenga autoridad legal» sobre ellos.En Niza y Saint-Laurent-du-Var, una quincena de bares deberán permanecer además cerrados durante el toque de queda, y se podrán efectuar registros domiciliarios, sin orden judicial, a todo sospechoso de «haber cometido o intentado cometer una infracción ligada a las violencias urbanas». Pioneras en el uso de esa medida de excepción que, según una encuesta apoya el 73 por ciento de los franceses, fueron la noche del martes cuatro ciudades: Orleans, Savigny-sur-Orge, Le Raincy y Amiens.