JAVIER GÓMEZ-PARÍS
El accidente vascular del presidente Jacques Chirac ha acelerado la
guerra por su sucesión entre los dos líderes del Gobierno, el
primer ministro, Dominique de Villepin, y el ministro del Interior,
Nicolas Sarkozy. El campus de verano de la UMP, celebrado el pasado
fin de semana, enfrentó dos estrategias contrapuestas: la
«fidelidad» al presidente y la continuidad de su mandato, encarnada
por el jefe del Gobierno, y la «ruptura» con este periodo,
propuesta ayer por Sarkozy, presidente de la formación y político
más célebre de Francia.
El primer ministro contestó el domingo a última hora, en una intervención televisiva, las duras declaraciones de Sarkozy, quien además declaró que «la UMP no está detrás del Ejecutivo sino por delante». «Yo no hago discursos, yo actúo», zanjó De Villepin, visiblemente molesto por el tono de enfrentamiento usado por su 'número dos' horas antes, ante 3.000 enfervorizados militantes de la UMP.
«La mayor ruptura está ya teniendo lugar, y es la ruptura contra el paro», aclaró De Villepin, ante las declaraciones del titular de Interior, quien propuso una «estrategia de ruptura con los últimos 30 años de la política francesa», es decir, frente a los mandatos de François Mitterrand y Jacques Chirac.
Toda la prensa gala es unánime sobre el desencuentro de los números uno y dos del Ejecutivo, espoleado por la inactividad temporal del jefe de Estado. «Sarkozy-Villepin, la batalla está lanzada», tituló ayer el diario 'Le Monde', que opina que la hospitalización de Chirac ha dado rienda suelta al cruce de declaraciones durante el fin de semana de ambos líderes.«Duelo en el cabecero», dice la portada de 'Libération', con un dibujo que representa a Villepin y Sarkozy convertidos en águilas a los pies de la cama de hospital de Jacques Chirac. «La rivalidad Villepin-Sarkozy se precisa», abre 'Le Parisien'. «Ya no se trata de un enfrentamiento político, sino de una serie televisiva», critica con aspereza el diario 'Libération'.
El estado de salud de Chirac ha experimentado «una evolución muy favorable» aunque deberá permanecer unos días hospitalizado, indicó ayer la jefe de la oficina de comunicación y de información de los servicios sanitarios del Ejército, Anne Robert. Chirac fue ingresado el pasado viernes en el centro militar Val de Grace de París, tras haber sufrido un «pequeño» accidente vascular que le provocó un problema ocular.