El presidente del Parlamento iraquí, Human Hamudi, presentó a los diputados un texto provisional sobre la Constitución, en el que según sus palabras «algunos puntos aún no han sido consensuados y se resolverán en los próximos tres días».
Los líderes de las distintas comunidades iraquíes entregaron ayer, lunes, al Parlamento el borrador de la nueva Constitución, escasos minutos antes de que expirara la prorroga de una semana dada por la Cámara.
«Todas las partes han aceptado el borrador de la Constitución, pero todavía hay algunos asuntos pendientes que se arreglaran en los próximos tres días», afirmó.
Hamudi no especificó los puntos ante la Cámara, pero después declaró a una periodista que el federalismo, el papel del Islam y el reparto de las riquezas son los puntos de fricción entre chiíes, suníes y kurdos.
Tras informar a los legisladores, Hamudi dio por finalizada la esperada sesión sin que el Parlamento comenzara a estudiar el texto antes de proceder a la eventual aprobación. La nueva situación, no contemplada en la ley interina de Administración del Estado, abre un paréntesis en el proceso de transición iraquí.
Una vez entregado el texto, debe ser aprobado por la Cámara -para lo que se necesita una mayoría simple- y dos meses después sometido a referéndum popular. El borrador entregado de la constitución define al país como «federal» pero no detalla el concepto, según indica una copia del texto a la que tuvo acceso Reuters. El documento describe a Irak como un estado «republicano, parlamentario, democrático y federal», pero no da detalles sobre el grado o la naturaleza del federalismo que los kurdos y algunos chiítas están buscando en algunas partes del país. La falta de definición parecía ofrecer un compromiso a la comunidad musulmana sunita, en un esfuerzo por asegurar que la constitución sea aprobada. Los sunitas se oponen fuertemente al federalismo, particularmente para los chiítas.