Irán anunció ayer su intención de retomar «a principios de la próxima semana» parte de sus actividades nucleares, suspendidas durante las negociaciones con la Unión Europea, a la que culpó del fracaso del «Tratado de París».
El anuncio y la acusación fueron realizados por Hassan Rohani, el secretario del Alto Consejo de Seguridad Nacional de Irán, en una alocución televisada en directo para todo el país.
Rohani afirmó que Irán aceptó congelar sus actividades nucleares en la central de Isfahan, en el centro del país, pero que dejó claro que reiniciaría su programa «en el caso de no recibir el proyecto europeo» en el plazo acordado.
El responsable iraní explicó que «para activar cualquier parte de las instalaciones nucleares hace falta seguir una serie de requisitos jurídicos y técnicos», que se iniciaron con la petición al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que retire los precintos de la central iraní.
«Confiamos en que este proceso esté concluido a comienzos de la semana que viene (el sábado, según el calendario islámico que rige en Irán)», añadió Rohani, que detalló que una vez retirados los precintos podrán reanudarse las actividades en la central.«No necesitamos coordinarnos con otros países para ejercer nuestros derechos legales», explicó Rohani, que relató que «la suspensión del enriquecimiento de uranio fue un hecho voluntario que Irán aceptó durante un corto periodo de tiempo».
Mientras, el nuevo presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dio ayer inicio a su mandato con un llamamiento a acabar con todas las armas que amenazan la seguridad del mundo.
Ahmadineyad, confirmado en su cargo por el guía supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei, hizo un llamamiento a acabar con todas las armas que amenazan la seguridad del mundo, incluidas tanto las armas de destrucción masiva como las nucleares, las químicas y las biológicas utilizadas por las potencias hegemónicas, según informó la agencia oficial iraní IRNA.
La República Islámica de Irán quiere una paz sostenible y justicia para todas las naciones, aseguró Ahmadineyad durante la breve ceremonia celebrada en Teherán para recibir la autorización religiosa para asumir su cargo tras la victoria obtenida en los comicios de junio.