Al menos 22 personas murieron ayer y más de 30 están heridas por la explosión de un coche bomba conducido por un terrorista suicida en una comisaría del este de la capital iraquí, informaron fuentes del ministerio del Interior.
La mayoría de las víctimas del atentado, que ocurrió en el centro policial de Al Rachad, ubicada en una avenida del barrio Al Machtal, son civiles que permanecían en coches parados en las proximidades, precisaron las fuentes.
Indicaron que varias tiendas y más de doce coches resultaron destruidos por el estallido.
Este ataque suicida se produce pocas horas después de que el teniente coronel Emad Hatim Jalaf, comisario jefe de Kazamiya, uno de los principales barrios de Bagdad, de mayoría chií, fuera asesinado por desconocidos que lo esperaban junto a su coche al salir de su casa, dijeron a Efe fuentes policiales.
Las comisarias y los cuarteles del Ejército se han convertido en los blancos preferidos de los ataques de los grupos radicales y la insurgencia, por considerar que esas instituciones colaboran con las «fuerzas de ocupación» estadounidenses.
La jornada de extrema violencia que vivió ayer el país, se ha saldado con 32 muertos, aunque las autoridades del ministerio de Interior iraquí no descartan que la cifra pueda incrementase. Siete personas, entre ellas tres policías, murieron en otras partes del país.
Dos guardaespaldas del ministro de Industria, Osama al Najafi, murieron en ataques perpetrados por hombres armados cerca de las 15.30 hora local, en una zona industrial del este de Mosul, anunció el comandante Mohammad Fathi.
El teniente coronel Imad Hatam Jalaf, responsable del puesto de policía de Jadimiya, en el norte de la capital, fue asesinado al volante de su coche por hombres armados cuando se dirigía a su trabajo, a las 09.10 hora local. indicaron fuentes del ministerio del Interior.