ANNA PELEGRÍ-LONDRES
Tras confirmar la identidad de los cuatro presuntos terroristas del
7-J, los investigadores británicos se enfrentan todavía a muchos
interrogantes, incluido el porqué los servicios secretos
descartaron el año pasado que uno de ellos planteara una amenaza.
La agencia de contraespionaje MI5 sondeó, indagó y decidió en 2004
no vigilar a Mohammad Sidique Khan, de 30 años, responsable de la
bomba que estalló en el convoy cercano a la estación de Edgware
Road en la cadena de atentados del pasado día 7 en Londres.
Khan, de nacionalidad británica y origen paquistaní, estuvo en contacto, a conocimiento de la inteligencia británica, con un hombre vinculado a su vez con los instigadores de un atentado fallido contra una discoteca de la capital británica, informó hoy «The Sunday Times». Sin embargo, esa información sólo probó «el vínculo indirecto» de Khan con los malhechores, por lo que el MI5 no lo consideró una amenaza y perdió interés en sus acciones.