NAGI EL QANI-EL CAIRO
El secuestro del embajador egipcio ayer en Bagdad refleja el
disgusto de grupos de la insurgencia iraquí con la política en Irak
del presidente egipcio, Hosni Mubarak, cuyo gobierno es un estrecho
aliado de EEUU.
El diplomático Ihab el Sherif fue tomado como rehén el sábado, casi un mes después de presentar su credencial ante el presidente iraquí, Yalal Talabani, como el primer embajador egipcio tras el derrocamiento del dictador iraquí Sadam Husein, en marzo de 2003.
En un breve comunicado el Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores informó de que «mantiene contactos con el gobierno iraquí para esclarecer las circunstancias de la desaparición del diplomático».
La nota indicó que aún se desconoce la identidad del grupo que capturó a Sherif en el barrio de Al Amiriya, en el oeste de Bagdad.
Responsables diplomáticos egipcios revelaron, por su parte, que Sherif fue secuestrado cuando se dirigía en su coche a comprar la prensa del día, y sus captores lo golpearon y lo acusaron de ser «un espía de EEUU» antes de trasladarlo a un lugar indeterminado.Entretanto, un analista egipcio que pidió el anonimato, consideró que el secuestro del embajador egipcio es la reacción de los insurgentes, la mayoría árabes suníes, a la decisión de El Cairo de nombrar un representante diplomático en Bagdad.
Asimismo, la fuente opinó que «unas de las razones del secuestro del embajador sería que sirvió como encargado de negocios en Tel Aviv» desde noviembre del 2000, cuando El Cairo convocó a consultas a su embajador, Mohamed Basiuni, como protesta por la represión del Ejército israelí de la segunda «intifida» (rebelión) palestina.
Sherif es el primer embajador de El Cairo nombrado en Bagdad desde que Irak rompió sus relaciones diplomáticas con El Cairo en 1991 como protesta por la participación egipcia en la coalición militar internacional -encabezada por Washington- que liberó Kuwait tras siete meses de ocupación iraquí.