EFE-ALEMANIA
El canciller alemán, Gerhard Schröder, dio un paso más para la
convocatoria de elecciones anticipadas con la petición del voto de
confianza del Parlamento que desea perder para forzar los comicios,
mientras crece la división en sus filas, plasmada ahora en el
llamado impuesto a los ricos. El viceportavoz del Gobierno, Thomas
Steg, confirmó la tramitación de ese voto al presidente del
Bundestag (cámara baja), Wolfgang Thierse, cámara ante la que
Schröder comparecerá el próximo viernes dispuesto a salir
derrotado.
Ni la fecha ni el propósito de «perder» la mayoría son una sorpresa, dado que Schroeder anunció su deseo de adelantar las legislativas tras perder el Partido Socialdemócrata (SPD) su bastión de Renania del Norte-Westfalia en los comicios regionales del 22 de mayo.
Pero el canciller alemán sigue sin desvelar cómo se ganará el no de la cámara sin levantar sospechas. La Constitución establece que el voto no puede ser manipulado, sino que la disolución de la cámara debe responder a una pérdida real de la mayoría. De acuerdo con su plan, mañana informará a los miembros de su gobierno de su declaración, un día después lo hará ante las direcciones de su SPD y de su socio de gobierno, los Verdes. El resto de Alemania no debe conocer esos detalles, según Steg.