La alianza conservadora formada por la Unión Cristianodemócrata alemana (CDU) y el partido hermano de Baviera (la Unión Cristianosocial, CSU), proclamó ayer, por ovación unánime, a Angela Merkel para que sea su candidata a la Cancillería alemana en las elecciones anticipadas posiblemente de septiembre.
La presidenta de la CDU se convirtió con ello en la primera mujer que aspira al puesto de mayor responsabilidad de Alemania, y podría acabar siendo la primera jefa del Gobierno si se superan los obstáculos constitucionales para la celebración de los comicios.
Merkel fue elegida en una reunión entre la cúpula de la CDU y la de la CSU, y fue el líder del partido bávaro, Edmund Stoiber -el mismo que le arrebató hace tres años la candidatura-, quien propuso a la candidata diciendo simplemente que estaba «convencido» de que la presidenta del mayor de los dos partidos «nos debe liderar».
Inmediatamente estalló un aplauso y Stoiber declaró que con ello se podía dar a la candidata por designada. No hubo ni flores, ni brindis, pero sí un «ambiente de verdadera fiesta», por lo que no se entró a hablar de los detalles de la campaña o del programa.
Ante la prensa, después, Merkel explicó que piensa proponer una «Agenda por el Trabajo» como alternativa a la llamada «Agenda 2010», el plan de reformas sociales del gobierno socialdemócrata-verde, que, dijo, «aunque tenía elementos buenos, era una labor hecha a parches».