JAVIER GÓMEZ-PARÍS
El presidente francés, Jacques Chirac, decidió ganar tiempo y
postergó hasta hoy el anuncio de «sus decisiones sobre el
Gobierno», un día después de que los franceses rechazaran
masivamente la Constitución europea. Toda Francia está pendiente de
quién será el sucesor del primer ministro, Jean Pierre Raffarin,
quién podría haber presentado ya su dimisión. Se desconoce la
amplitud de la reforma que acometerá el presidente de la República,
empujado por la 'bofetada' recibida en las urnas por sus
ciudadanos. La sustitución de Raffarin es segura, así como una
remodelación ministerial, pero la petición de elecciones
anticipadas aumenta desde todos los flancos políticos según pasan
las horas.
El portavoz socialista, Jack Lang, pidió al presidente Chirac «la disolución de la Asamblea Nacional» y la convocatoria de elecciones anticipadas. Una propuesta a la que se sumó el líder ecologista Noel Mamère. El socialista Jean Luc Melenchon, defensor del 'no', declaró que Chirac debe «someterse o dimitir», tras el batacazo electoral.
La dimisión de Chirac está descartada, pues el presidente negó en todo momento que pusiese su cargo en juego con esta cita con las urnas. La disolución de la Asamblea tampoco parece factible, pues se trata de un instrumento que ya usó el presidente en 1997, con resultados catastróficos. Pretendía aumentar la mayoría de la que disponía el centroderecha de Alain Juppé en ambas cámaras, y entregó a la izquierda plural de Jospin el Gobierno durante cinco años.
Chirac dirigirá esta tarde un mensaje televisivo a los franceses, en el que explicará el contenido de esta reforma gubernamental y probablemente marcará el rumbo político del nuevo Ejecutivo.
Un 62% de los franceses desea que el primer ministro, Jean Pierre Raffarin, deje su puesto en estos días. El favorito de los franceses (24%) es Nicolas Sarkozy, presidente de la UMP, mientras el segundo en discordia es el ministro del Interior, Dominique de Villepin (18%).