Rusia y la Unión Europea aprobaron ayer en su decimoquinta cumbre, celebrada en la capital rusa, las «hojas de ruta» para incrementar su cooperación en cuatro espacios comunes: economía; libertad, seguridad y justicia; seguridad exterior, e investigación, educación y cultura.
Estos documentos coronan el trabajo de casi dos años para precisar los mecanismos de cooperación entre Rusia y la UE que, según su presidente de turno, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, es «sólo el comienzo» de un arduo camino. «Es probable, que necesitemos mucho tiempo, que haya dificultades, pero las vamos a superar», dijo Juncker en la reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Según el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el desarrollo de la democracia y el respeto de los derechos humanos en Rusia tiene gran importancia para las relaciones de la UE con Moscú. La cooperación entre la Unión Europea y Rusia, dijo Barroso, se basa en «el reconocimiento del respeto a los principios democráticos, a las libertades y derechos del hombre».
«El cumplimiento de las 'hojas de ruta' permitirá avanzar sustancialmente en la construcción de una Europa unida, sin líneas divisorias, y crear las condiciones para la libre comunicación de las personas», dijo Putin en una rueda prensa al término de la cumbre. Añadió que «del éxito de las decisiones hoy aprobadas y de sus consecuencias prácticas depende la edificación de una verdadera asociación estratégica entre Rusia y la Unión Europea».Al inaugurar la cumbre en el Kremlin, Putin afirmó que Rusia participa en el proceso de creación de una «Gran Europa Unida». «Nuestro país participa (en ese proceso) de la manera más sincera y más interesada. Quiero reiterar que concedemos importancia prioritaria a la cooperación estratégica entre la UE y Rusia», agregó.
Putin expresó la convicción de que «la coordinación y aprobación de las 'hojas de ruta' permitirán avanzar de modo sustancial en la construcción de una Europa unida».