El Gobierno alemán celebró ayer el descenso del paro, que por primera vez este año se situó por debajo de la frontera psicológica de los cinco millones, y considera descartado el peligro de una recesión, pese a que se espera una corrección a la baja de sus últimos pronósticos de crecimiento.
El canciller Gerhard Schroeder admitió que el descenso del desempleo en abril no es suficiente, que queda mucho por hacer y que debe aplicarse punto por punto lo previsto en la reforma laboral para que dé sus frutos.
Sin embargo, el alivio en las filas gubernamentales por los 208.0000 parados menos registrados respecto al mes anterior era evidente. «Yo ya les había anunciado que el paro bajaría de los cinco millones en primavera y me satisface haber tenido razón», dijo el ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement.
«La situación económica de Alemania es más estable que la de otros grandes países de Europa, por no hablar de los Estados Unidos», afirmó el ministro, a la espera de que mañana formalice la corrección a la baja de los pronósticos gubernamentales de crecimiento.Pese a admitir que el descenso obedece a efectos estacionales, para Clement está tan claro que el mercado laboral se encuentra en proceso de recuperación como que no hay peligro de recesión.
Los seis principales institutos económicos corrigieron hace tres días sus pronósticos para este año 2005, que sitúan ahora en el 0,7 por ciento -la mitad que en su anterior informe-. Se espera que las cuentas del gobierno queden algo por encima que las de los expertos, pero por debajo de su anterior previsión del 1,7 por ciento.
Los institutos advirtieron que la debilidad del crecimiento no es coyuntural, sino que obedece a problemas estructurales que se vienen manifestando desde hace 15 años, aún no superados por las reformas. Algunos comentaristas han apuntado ya a un nuevo peligro de recesión, pero Wolfgang Clement sostiene que no ve por ninguna parte tal panorama, ni para Alemania ni para la economía mundial.