EUROPA PRESS-BAGDAD
Irak vivió ayer una jornada especialmente sangrienta, con más de 70
personas muertas en diferentes acciones violentas. Los cadáveres de
unos 50 iraquíes presuntamente secuestrados fueron encontrados en
el río Tigris, mientras que otros 19 cuerpos fueron hallados
abandonados en un estadio de fútbol al noroeste de Bagdad, según
informó el presidente iraquí, Jalal Talabani. «Más de 50 cadáveres
han sido extraídos del Tígris y tenemos los nombres completos de
las personas asesinadas y de los criminales que cometieron esos
delitos», indicó Talabani en una rueda de prensa en Bagdad.
El presidente no dio detalles sobre cuándo o dónde fueron secuestradas las víctimas, ni tampoco sobre el sitio exacto donde las encontraron, aunque sí dijo que el primer ministro interino, Iyad Alaui, tomará cartas en el asunto. Talabani anunció este hallazgo después de que le preguntaran por la búsqueda de rehenes chiíes presuntamente secuestrados por una facción suní en la región de Madain, al sur de Bagdad.
Por otro lado, los cadáveres de 19 iraquíes fueron abandonados hoy en un estadio de fútbol en el pueblo de Haditha. A la lista de víctimas mortales se unieron anoche dos soldados estadounidenses por el estallido de un coche bomba al sur de Bagdad.