El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se someterá a una cuestión de confianza mañana en el Parlamento para tratar de cerrar la crisis política surgida por la dimisión de todos los miembros del gobierno de la Unión de Demócratas Cristianos (UDC), partido que gobernaba en coalición con el primer ministro.
La decisión de Berlusconi de explicar en el Parlamento italiano la crisis fue anunciada ayer por al conferencia de portavoces del Senado el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, intentará probar que la coalición de la mayoría aún se encuentra unida, que funcionan los pactos con UDC y que se puede seguir gobernando. En caso contrario, se deberá proceder a elecciones anticipadas. Por el momento, no se ha decidido cómo resolver la ausencia de los tres ministros del UDC.
Pero la situación de Berlusconi se complicó aún más ayer después de que la Alianza Nacional, otro de los partidos que forman coalición con Berlusconi, anunciara su intención de mantener hoy una reunión de sus dirigentes para tomar una decisión respecto a la eventual retirada del Gobierno de sus ministros.
El secretario de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, comunicó ayer en una nota su malestar por la decisión del presidente del Ejecutivo de no dimitir y formar un nuevo Gobierno y aunque aseguró que apoyará a la mayoría en el voto de confianza del jueves, también puntualizó que sus ministros le han entregado la carta de dimisión en espera de lo que suceda.
«Alianza Nacional no comparte la decisión del presidente del Gobierno. Expresamos nuestro malestar porque no ha dimitido, lo que hace aún más difícil el relanzamiento del Gobierno con la participación directa de todos los partidos de la coalición con una clara inversión en el programa centrado en el sur, en la renta de las familias y en las empresas, como han pedido los electores», señala la nota comunicada tras la reunión del partido, exponente del ala derecha.