EFE-QATAR
Qatar se ha convertido en la última monarquía petrolera del golfo
Pérsico golpeada por el terrorismo, con el atentado con coche bomba
que causó la muerte de un británico y heridas a doce personas de
diferentes nacionalidades. El ataque, realizado por un suicida
egipcio, que tuvo como blanco una escuela británica en Doha,
coincidió con nuevas amenazas contra los aliados de EEUU en la zona
por parte de los líderes de la organización terrorista
internacional Al Qaida, así como con el segundo aniversario de la
invasión de Irak. Según indicaron fuentes qataríes, los organismos
de seguridad han comenzado sus investigaciones en el lugar de la
explosión donde buscan pruebas que puedan indicar la supuesta
implicación de dicha red liderada por Osama Bin Laden.
Fuentes del ministerio de Interior anunciaron que el suicida que llevó a cabo el atentado era un ciudadano egipcio identificado como Omar Ahmad Abdala Ali. Ningún grupo ha asumido hasta el momento la autoría del ataque, pero el líder de Al Qaida en la Península Arábiga, Saleh Al Oufi, amenazó el jueves pasado con atacar los Estados de la zona donde se encuentran bases de tropas estadounidenses.