La guerrilla chechena amenazó ayer al Gobierno de Rusia con una guerra sin cuartel tras la muerte de su líder, Aslán Masjádov, el único miembro de la jerarquía separatista que se pronunciaba por entablar negociaciones de paz con Moscú.
«Al asesinar a Masjádov, el Kremlin ha matado la última esperanza de aquellos chechenes que pese a todo creían en el así llamado 'derecho internacional' y en las formas civilizadas de diálogo con el régimen terrorista de Moscú», recalcó un comunicado difundido ayer por Kavkaz Center, página web de los separatistas.
La declaración, firmada por Movladi Udúgov, principal propagandista de la guerrilla, destaca que con la desaparición de Masjádov la confrontación ruso-chechena ha entrado en una nueva fase, «sin negociaciones».
Según la versión oficial, Masjádov murió el martes en una acción bastante confusa durante una operación de las fuerzas de seguridad en la localidad de Tolstói-Yurt, a unos 15 kilómetros al norte de Grozni, la capital chechena.La muerte del líder de los separatistas, que fue elegido presidente de Chechenia en enero de 1997 en unos comicios legitimados por Moscú y la comunidad internacional, provocó todo tipo de pronósticos sobre cómo se va a desarrollar la situación en esta república.
La desaparición de Masjádov es un «éxito de los servicios secretos» y «reforzará el prestigio personal del presidente de Rusia», Vladímir Putin, opinó Serguéi Márkov, director de un centro de estudios políticos.
Por otra parte, el saudí Abdul Halim relevará al abatido líder separatista chechén, Aslán Masjádov, en calidad de presidente en funciones y comandante del Comité Estatal de Defensa de la guerrilla, informó ayer la página web Kavkaz Center.
El anuncio de que Abdul Halim, hasta ahora presidente del Tribunal Supremo Sharia (islámico) de la Chechenia separatista, releva a Masjádov lo firma el principal jefe guerrillero chechén, Shamil Basáyev, considerado el «terrorista número uno» de Rusia.