EUROPA PRESS-MONTEVIDEO
Tabaré Vázquez tomó ayer posesión de la Presidencia de Uruguay con
el compromiso de aclarar las «zonas oscuras» que dejó la dictadura
en el país para lograr que «la paz se instale en el corazón de los
uruguayos». En una solemne ceremonia en el Palacio Legislativo en
Montevideo, Vázquez se comprometió a impulsar una política «activa»
en materia de Derechos Humanos que incluya el reconocimiento de
que, «por el bien de todos, es necesario y posible aclarar», dentro
del marco de la legislación vigente, qué ocurrió durante esos años.
Se trata del primer mandatario de izquierdas en la historia de la
democracia del país.
«Reconozcamos que 20 años después de la recuperación de la democracia aún subsisten zonas oscuras», dijo, convencido de que es «necesario» aclarar la verdad para que «el horror de otras épocas nunca más vuelva a pasar». «Nunca más», proclamó advirtiendo de que las «naciones no se construyen refugiándose en el pasado, ni resignándose en el presente, ni renunciando al futuro».
Vázquez juró el cargo ante el presidente del Senado, el ex guerrillero tupamaro José Mujica, jurando trabajar «incansablemente por la felicidad del pueblo uruguayo» en el que calificó como «el primero y probablemente el último» discurso que haga ante la Asamblea General. El nuevo presidente Uruguayo, el primero de izquierdas en la historia del país, reafirmó los principios de «libertad, solidaridad e igualdad de oportunidades» para todos los ciudadanos y se comprometió a presidir un Gobierno para «todos los uruguayos», «por encima de razas, edad, lugar de residencia, identificación ideológica, filiación política o condición social».