NAMIR SOBHI-BAGDAD
Al menos 116 personas murieron en un atentado suicida registrado en
la ciudad de Hilla, en el sur de Bagdad, y que también causó 200
heridos en el ataque más mortífero desde la caída del régimen de
Sadam Husein, en abril de 2003. Según dijo Fardus Al Ibadi,
portavoz de la Media Luna Roja iraquí, «más de 120 heridos
continuaban esta tarde ingresados en los hospitales de la ciudad,
varios de ellos graves», por lo que no se descarta que el recuento
mortal sea al final aún mayor.
La fuente explicó que varias ambulancias continúan entonces recorriendo el centro de la ciudad pidiendo por altavoces a la población que acuda a los hospitales para donar sangre. El atentado, el primero con coche bomba desde hace varios días, tuvo lugar sobre las 09.30 horas locales (06.30 GMT) frente a un centro médico en Hilla, y los testimonios describieron desde el principio un escenario dantesco. Decenas de cuerpos mutilados se podían ver en el suelo tras la explosión, que una doctora de la Media Luna Roja, cuya sede se encuentra cerca del lugar de la explosión, sólo acertó a calificar entre balbuceos de «terrible, una auténtica masacre».
De acuerdo con fuentes policiales y testigos, las víctimas fueron en su mayoría civiles que guardaban cola frente al centro medico para hacerse un chequeo, requisito necesario para quienes buscan trabajo en una institución gubernamental iraquí.Se trata del atentado más sangriento en Irak desde la caída en abril de 2003 del régimen de Sadam Husein.
Hasta ahora, el atentado más mortífero se cometió en agosto de 2003 en la ciudad chií de Nayaf y causó más de 80 muertos, incluido el líder la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica en Irak, Mohamed Baqer al Hakim.
El atentado se produjo el mismo día en que la maquinaria judicial dio una importante vuelta de tuerca en el proceso para castigar a los dignatarios del antiguo régimen de Sadam Husein.
Horas después del atentado, un tribunal especial iraquí anunció que ha concluido la instrucción de los casos de cinco dignatarios del régimen de Sadam, que serán sometidos próximamente a juicio bajo la acusación de crímenes contra la humanidad.