Hervé Gaymard dimitió ayer como ministro de Economía y Finanzas, después de menos de tres meses en el cargo y de nueve días de polémica en torno a su lujosa vivienda oficial y sus declaraciones confusas y omisiones públicas sobre su patrimonio.
El chiraquiano Gaymard, de 44 años, tiró la toalla, poniendo fin a una polémica que, según los analistas, amenazaba con dañar gravemente al Gobierno conservador y el clima político, a pocos meses del crucial referéndum sobre la Constitución europea.
La renuncia de quien era considerado como protegido del presidente, Jacques Chirac, y una de las estrellas de «la nueva generación chiraquiana», fue aceptada por su mentor y por el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, quien volvió de los Alpes a París para recibirla. Chirac «ha puesto fin a las funciones» de Gaymard, a propuesta de Raffarin, se limitó a anunciar el Elíseo.
El primer ministro, quien acudió a la sede de la Presidencia para consultar a Chirac sobre el sucesor de Gaymard, lamentó, en un comunicado, la partida del Gobierno de un «hombre responsable», que ha servido a la administración con «talento, competencia y entrega», y de un «amigo» al que guarda «confianza y afecto, hoy y mañana».Entre los nombres que se barajan para sucederle sueñan los de los titulares de Presupuesto, Función Pública, Sanidad, Agricultura, o del relator de Presupuesto en la cámara de los diputados.
Ni Raffarin ni Chirac tuvieron palabras públicas de apoyo a Gaymard durante los nueve días de la polémica, que ha acabado con el octavo titular de Economía y Finanzas de Francia en diez años.
Todo empezó cuando la revista satírica «Le Canard Enchainé» reveló que quien llamaba a los franceses a «desintoxicarse» del gasto público vivía con su esposa, funcionaria del alto rango, y sus ocho hijos en un dúplex de 600 metros cuadrados, cuyo alquiler mensual de 14.000 euros era pagado por el Estado. Después de que dijera que como trabajaba «120 horas por semana» no se había ocupado de buscar el dúplex, la revista reveló luego que él y su esposa lo habían visitado. Peor aún: el semanario anunció que los Gaymard poseían un apartamento, de 200 metros cuadrados, en París. Un hecho confirmado por el ministro, que dijo que lo alquilaba por 2.300 euros al mes.