RAFAEL CAÑAS-MAGUNCIA
Bush visitó ayer Alemania en otra etapa de la gira con la que busca
demostrar que quiere recuperar el nivel de las relaciones con los
aliados europeos para tratar de buscar estrategias comunes a
problemas como Irán, Irak o Siria. Los dos dirigentes, Bush y
Schröder, dijeron que, por encima de cualquier diferencia sobre
cómo tratar de convencer a Teherán, su objetivo común es que el
régimen islámico iraní desmantele su programa nuclear militar y no
tenga armas atómicas.
«Es vital que los iraníes oigan al mundo hablar con una sola voz que no deben tener un arma nuclear», dijo Bush, quien volvió a emitir su postura de que no descarta ninguna opción (en referencia a un posible ataque militar), pero que «Irán no es Irak», ya que los esfuerzos diplomáticos con Teherán acaban de comenzar. Schröder, por su parte, afirmó que «Irán no debe tener armas nucleares. Deben renunciar al derecho de su producción, y debe renunciar incluso al derecho de cerrar el ciclo del combustible» nuclear.
Alemania, Francia y el Reino Unido mantienen con Irán para tratar de que ese país acceda a las peticiones occidentales a cambio de más cooperación política y económica. Esos tres países e Irán alcanzaron en noviembre un acuerdo por el que Teherán suspendía temporalmente sus actividades de enriquecimiento de uranio mientras se discute una suspensión definitiva.«Lo que se ha alcanzado en un acuerdo temporal deben ser alcanzado de forma completa, total y sostenible», afirmó ayer Schröder. Además, Schröder hizo un guiño al posible uso de la fuerza contra Irán, al decir que el final del programa nuclear militar iraní «debe lograrse a través de la negociación diplomática, si es que es posible».
«Pero esto significa que debe haber movimiento en ambos lados», afirmó el canciller alemán, en una aparente invitación a Teherán para que se embarque a fondo en conversaciones con Occidente. Bush agradeció a los tres aliados este esfuerzo, pero no dijo si EEUU se implicará más a fondo en esa iniciativa. Dentro del espíritu de concordia, Schröder se esforzó en señalar que las diferencias de Irak «son algo del pasado».