EFE-BEIRUT
El ex primer ministro libanés Rafic Hariri murió ayer en un
atentado con coche bomba, junto con otras nueve personas,
perpetrado apenas seis meses después de que abandonara la jefatura
de Gobierno tras un enfrentamiento con Siria. El asesinato de
Hariri, un multimillonario que también tiene la nacionalidad saudí,
hace temer un periodo de inestabilidad y ajuste de cuentas entre
rivales políticos en Líbano, donde se rememora el amargo periodo de
la guerra civil (1975-90), según fuentes diplomáticas.
El atentado fue reivindicado por la hasta el momento desconocida «Organización de la Victoria y la Yihad (Guerra Santa) en los países del Sham» -Siria, Líbano, Jordania y Palestina-, que afirmó en un vídeo que cometió esta acción para castigar a Hariri por su apoyo al régimen saudí, que han emprendido una campaña contra la red Al Qaeda.
Los líderes de la oposición libanesa convocaron una reunión en la casa de Hariri, en el barrio Koraytem, cerca de la cual miles de sus seguidores se congregaron y corearon eslóganes contra Siria, país que ejerce un poder tácito sobre Líbano. «Siria afuera, queremos un Líbano libre e independiente», gritaban.Al término de la reunión, la oposición libanesa achacó a Siria y al régimen del presidente libanés, Emile Lahud, el asesinato del ex primer ministro. «Es un crimen espantoso, la responsabilidad es conocida, comienza en Damasco, pasa por el Palacio de Baabda (sede de la Presidencia libanesa) y el Gobierno libanés», dijo Hamadi, quien había resultado gravemente herido en un atentado con coche bomba perpetrado en octubre en Beirut.
En un intento de calmar los ánimos, la familia de Hariri publicó un comunicado en el que anunció su muerte por «manos criminales» y pidió a los libaneses «resignarse a la voluntad de Dios, tener paciencia y preservar la unidad nacional conforme a los llamamientos del mártir».
El ex primer ministro se oponía a la prórroga del mandato del presidente Emile Lahud, con quien nunca se entendió, aunque empujado por Siria votó a favor de ésta. El atentado contra Hariri, registrado alrededor de las 13.00 horas locales (11.00 GMT), ocurrió poco después de que abandonara el Parlamento tras una sesión en la que se estudiaba la próxima ley electoral.