Los ministros de Justicia e Interior de la UE renunciaron ayer a la idea defendida por Alemania y Reino Unido de crear campos de refugiados en el norte de Àfrica o en zonas conflictivas a las puertas del territorio europeo para tratar allí sus demandas de asilo o protección internacional.
«En este momento no es una idea que va a ser aceptada por la UE porque plantea muchos problemas. Es más efectivo e inteligente actuar sobre los países de origen y de tránsito que crear una especie de gettos o campos de refugiados», manifestó el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, al término de la reunión de Luxemburgo.
El responsable español explicó que la actuación europea será por tanto multidisciplinar. Por ejemplo, haciendo que se respeten en estos países los derechos de los solicitantes de asilo, aplicando las garantías propias del asilo, imponiendo procedimientos adecuados para la condición de asilado, y sobre todo, garantizando a estas personas una vida adecuada y posibilidades de integrarse social y económicamente. «Podemos hacer muchas cosas en la medida que formamos parte de la sociedad privilegiada».
Los Veinticinco acordaron así englobar la política de asilo con la de inmigración y las relaciones exteriores, así como fijar un calendario concreto para cumplir objetivos en materia de asilo. El secretario de Estado explicó que la reunión ha puesto de relieve la necesidad de que las políticas de inmigración no sólo sean en nuestros países, si no también en los países de tránsito, «garantizando por ejemplo que allí encuentren condiciones adecuadas de seguridad y de vida que no les obliguen a viajar al territorio europeo en condiciones inadecuadas», señaló.
En el marco de un debate global sobre la política europea de asilo, los ministros de Interior de los 25 socios comunitarios mantuvieron ayer una reunión informal en la que también se mostraron a favor de desarrollar una política de reinstalación de refugiados, de la que actualmente sólo disponen 6 de los Estados miembros.