La Autoridad Nacional Palestina (ANP) espera a que Israel adopte medidas recíprocas en respuesta a la calma que el primer ministro palestino, Mahmud Abás ha conseguido establecer en Cisjordania y la franja de Gaza.
«Existe el consenso (en las facciones palestinas) de mantener la tranquilidad y la intención es esperar a que Israel responda apropiadamente para dar paso a la proclamación oficial de un alto el fuego», dijo Ziyad Abú Amer, uno de los principales mediadores en las conversaciones en la franja de Gaza entre la ANP y las facciones palestinas que comenzaron el pasado martes. Abú Amer considera que la calma que reina en los territorios constituye «un acto de buena voluntad que significa que los palestinos están listos para la paz».
Abú Mazen mantiene desplegados en la franja de Gaza desde el pasado viernes a 3.000 miembros de las fuerzas palestinas de seguridad en el norte de ese territorio y a lo largo de la frontera con Israel para evitar ataques palestinos con morteros.
Por otra parte, las Fuerzas Armadas de Israel, encargadas de las obras del «muro de seguridad» en territorios palestinos de Cisjordania, prosiguieron ayer la construcción de un nuevo tramo, construido entre el asentamiento Ariel y el pueblo palestino de Salfit. Se trata de un tramo de cuatro kilómetros de un total de nueve y a unos 20 kilómetros dentro de Cisjordania.