El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, fue trasladado ayer a un hospital de Washington para someterse a una serie de chequeos tras perder el aliento, informó la Casa Blanca. Cheney, de 63 años, arrastra un historial de dolencias del corazón y ha sufrido cuatro infartos, el último de ellos poco después de la victoria de George W. Bush en las elecciones presidenciales de EE UU en 2000.
Según la Casa Blanca, la pérdida de aliento podría estar relacionada con un simple resfriado. «Siguiendo la recomendación de sus médicos, el vicepresidente fue al hospital de la Universidad George Washington para someterse a una serie de pruebas», declaró Ken Lisaius, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Según el portavoz, Cheney «se quedó sin aliento el sábado por la mañana. Había padecido un resfriado fuerte, lo que podría ser origen de ese malestar».
Pero dado su historial de dolencias cardiacas, el vicepresidente decidió que no quería arriesgarse y quería «tomar todas las precauciones posibles», por lo que decidió someterse a los chequeos.