EFE-PARÍS/JERUSALÉN
El primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abú Alá); su antecesor,
Mahmud Abás (Abú Mazen), y el titular de Asuntos Exteriores, Nabil
Shaat, viajan hoy a París para visitar al presidente de la ANP,
Yaser Arafat, y reunirse con las autoridades francesas. El ministro
francés de Exteriores, Michel Barnier, explicó ayer, en una
entrevista a la emisora de radio RTL, que los tres altos cargos
palestinos se dirigirán por la tarde al hospital militar de Percy
(en las afueras de París) «para ver a su jefe Yaser Arafat», quien
permanece allí ingresado en muy grave estado.
Barnier explicó que se entrevistará con los tres dirigentes palestinos «para continuar el diálogo que ya mantuve con ellos», en el que les dirá lo mismo que a Arafat cuando lo vio por última vez, el pasado 29 de junio: «hay que moverse; el tiempo corre muy rápido, hay que reformar, reorganizar la Autoridad Palestina, reorganizar los servicios de seguridad». Añadió que «hay que luchar contra la corrupción y contra todas las formas de terrorismo». Barnier aseguró que Arafat «está vivo» y se encuentra «en muy grave estado, pero estable», aunque no quiso entrar en detalles amparándose en el secreto médico. Preguntado sobre los rumores de que Arafat podría haber sido envenenado, respondió que «nada me permite pensar que esa hipótesis es cierta».
Mientras, Ahmed Qurea (Abú Alá) subrayó ayer que «tenemos nuestras instituciones, contamos con la ANP y la OLP reconocidas por el pueblo palestino y el mundo entero», al referirse a la exigencia de las trece facciones palestinas de crear un gobierno de concentración nacional. El primer ministro palestino prometió ayer en Gaza a los representantes de las facciones palestinas que estudiará la propuesta de crear un gobierno de «unidad nacional», una exigencia impulsada por Hamás y la Yihad Islámica, que piden formar parte del proceso político de transición palestino.
Fuentes oficiales palestinas dijeron que «no tiene sentido crear ahora un gobierno de unidad nacional. Primero, Hamás y la Yihad Islámica tendrían que reconocer los acuerdos de Oslo, a la ANP y a la OLP, y luego tendría que llevarse a cabo una votación en el seno de estas instituciones».Durante la última década, Hamás ha rechazado las invitaciones de Arafat para sumarse a la ANP, con el argumento de que nunca formaría parte de una entidad establecida sobre las bases de los acuerdo de Oslo (1993). La declaración, alcanzada en 1993 entre Arafat y el entonces primer ministro israelí, Isaac Rabin, reconocía la existencia del Estado de Israel, así como el reconocimiento de la OLP como organismo que representa a los palestinos.