EFE-JERUSALEN
Israel ha quedado conmocionada por los atentados registrados el
jueves, en los balnearios de la península del Sinaí, repletos de
turistas israelíes, y que los servicios de seguridad del Estado
judío atribuyen a la red terrorista Al Qaeda.
Ayer se contabilizaron más de 30 cadáveres entre los escombros del hotel Hilton de la ciudad egipcia de Taba y otros dos de la localidad de Ras Satán, indicaron fuentes oficiales de Israel, que señalaron que el número de heridos asciende a 122.
Más de 30 israelíes se encuentran en paradero desconocido y los servicios de rescate creen que están bajo los escombros del Hilton.
Miles de israelíes han atravesado la frontera de Egipto e Israel durante los días de la fiesta del Sukot (Tabernáculos), que conmemora el éxodo del pueblo hebreo desde Egipto a la Tierra Prometida a través del desierto del Sinaí.
La ciudad costera y fronteriza de Eilat, a orillas del mar Rojo, era ayer escenario del paso constante de turistas israelíes que, maleta en mano, cruzaban la frontera incluso a pie con la consternación marcada en sus rostros.
Más de 15.000 israelíes se encontraban en la península del Sinaí, a pesar de la advertencias del Gobierno de Israel de no viajar a esa zona de Egipto ante las informaciones de posibles atentados.
Tanto el viceministro israelí de Defensa, Zeev Boim, como el titular de Asuntos Exteriores, Silván Shalom, manifestaron que el responsable de los atentados es el terrorismo islámico internacional.
De hecho, Boim responsabilizó de los atentados a Al Qaeda, o a otro grupo islámico de similar envergadura y con capacidad logística suficiente como para perpetrar tres acciones de esa índole y de forma sincronizada.